Sandra Jiménez
(1994. Actualmente vive en Bogotá)
Es artista visual colombiana, maestra en Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Expone y publica sus proyectos artísticos bajo el seudónimo de Alicia Jiménez. Está enfocada en la práctica gráfica y sus distintas maneras, como son el dibujo, la fotografía y el proceso editorial; explorando así la gráfica expandida y la acción. Participó como coordinadora del semillero de investigación “Dibujo y actuares inefables”, de la Pontificia Universidad Javeriana, entre el 2016 y 2017. Además, fue parte de “Escuela incierta” 2017 de Lugar a Dudas, en Cali. En 2018, ha expuesto su trabajo de manera colectiva y de manera independiente en Bogotá.
«¡Hola!»
Cuando se nace en Bogotá es muy fácil no ser consciente de su alrededor. Yo tengo la suerte de tener familia que viene de municipios de “afuera”, y de poder experimentar ese cotidiano del pueblo, del campo que es muy distinto al de ciudad. Visitando estos otros hogares, tan distintos a mi hogar en Bogotá, se fue haciendo visible el hecho de que la diferencia entre uno y otro era más que espacio verde. Entendí muy pronto que Colombia es un país centralizado, donde el discurso social/político/cultural que se ofrece como “nuestro” pasa por el filtro de pequeños grupos sociales que residen en ciudades capitales, y que se encargan de deslegitimizar actividades, conocimientos y expresiones que venga de otros puntos, y que básicamente silencian las voces de ese “afuera”.
Fue cada vez más evidente que la relación que yo tenía con ese otro territorio era una experiencia poco común; que los bogotanos no tenían idea de que pasaba alrededor; de qué municipios configuraban ese espacio y como vivía su población. El clima, los ríos, lo que se siembra, se cocina, se habla, el uso del tiempo, las dificultades. Esto me lleva a pensar en la importancia de conversar entre hogar y hogar, la maravilla que sería comunicarnos y relacionarnos como vecinos, no como ajenos. Las postales que propongo para el 16SRA son eso: herramientas para comunicar/conectar lugares, personas, territorios separados por estos límites de ciudades y exteriores. Un intercambio de pedacitos de vida que, en suma, estarán uniendo hogares lejanos.