Santiago Díaz Escamilla – «¿Por qué una piedra es una piedra?»

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Santiago Díaz Escamilla
(1992. Actualmente vive en Bogotá)

Estudió Artes Visuales en la Pontificia Universidad Javeriana. Su obra ha sido exhibida extensivamente de manera individual y colectiva, nacional e internacionalmente. Su exploración matérica examina concepciones de paisaje, fenómenos y procesos geológicos y el lugar que ocupan estas dinámicas en nuestra manera de reconocer y experimentar el mundo que habitamos.

 

«¿Por qué una piedra es una piedra?»

Una roca siempre está viajando, no tiene un lugar o una procedencia determinados. Su naturaleza pertenece inherentemente al cambio, al dinamismo, a las transformaciones físicas o químicas que le imponen tanto su entorno como el paso del tiempo. Una roca nunca va a ser la misma roca. Puede que, por ejemplo, por acción de un accidente geográfico llegue a fracturarse, dando origen así, a unidades múltiples, a pedazos de mineral que van a transitar poco a poco por el mundo hasta desintegrarse, ya sea sirviendo como materia prima para futuras estructuras —más grandes o más pequeñas—o seguir acoplándose a otros cuerpos geológicos.

Mi contribución a este proyecto consistió, primero, en plantear una pregunta alrededor de una piedra, asumiendo este conglomerado mineral como un pedazo de mundo, como una unidad mínima que puede servir de medio para preguntarse por dinámicas terrestres complejas. Quise apelar a un cuestionamiento abierto, a una manera de preguntarse por algo desde otra perspectiva; es decir, en lugar de tratar de definir o establecer un significado, una pregunta abierta es una herramienta para seguir preguntando.

Por esta razón, le propongo a quien reciba mi dispositivo, que pase un día completo con una piedra, la cual tiene grabada la pregunta: “¿Por qué una piedra es una piedra?” y que encontrará, junto con una correa elástica ajustable, en la Caja para des(centrar). Me interesa que el “usuario” del objeto incorpore esta roca—y por consiguiente esta pregunta—a su jornada diaria, que realmente sienta la presencia de ambas y conviva con ellas, que le estorben.

 

 

 

 

 

 

*Fotografías cortesía del Ministerio de Cultura

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