Simón Sierra
(1991. Actualmente vive en Cajicá)
Es maestro en arte con dobles énfasis nivel pre-grado y dos opciones académicas con énfasis en pintura y proyectos culturales, crítica, gestión, teoría, estudios culturales y astronomía. Fue escogido para el grupo Arte y Cultura Francesa para los seminarios Historia del Arte in-situ, en París. Activo en la comunidad citadina, escolar, universitaria y egresada: consejos estudiantiles y Personería Académica Bogotá, D.C. Miembro de la Asociación de Egresados Uniandinos. Visitante profesional, investigador joven en ciencias sociales y humanidades, asistente creativo.
«¿Qué se siente feo? ¡Lámparas!»
El 16SRA – Zona Centro en su reto cognitivo me suscitó evaluar su pregunta ¿Qué sabemos los artistas de…? Esta pregunta nos lleva a pensar: cómo ser prácticos, o cómo ser funcionales. Para responder la pregunta pensé la arquitectura en las regiones (por ejemplo) Bavaria y del Rin, para quienes el artista puro es hacedor de la ciencia estética y la investigación de las plasticidades.
Habiendo retornado de estudiar la cultura francesa, arte y urbanismo en dos países más, empecé un proyecto personal de investigación sobre explanada, museo, monumento, paseos, memoria nacional y formas del patrimonio –y gracias a tres: residencia artística, visita profesional y asistencia creativa–, resolví un proyecto pedagógico acerca del civismo. Más, daba a obedecer relativas, el Salón.
De un plan en lúdicas sobre moldes, haciendo fuentes y faroles, puentes peatonales o vehiculares, fachadas, pasé a esta pieza. Esta: sean módulos trípticos y prismas a escala, para jugar, girar, interpretar funciona mostrando el ‘conocimiento como un tesoro’. Fui hasta un instrumento con capacidad de inspirar multiplicidad en emprendimiento e innovaciones. Igualmente, al talento capaz de mejorar las obras civiles cuyo cuerpo aún es obra gris –y podría ser gallina de huevos de oro, ante nuestras narices–.
Recordaba ya, mientras organizaba el contenido de los prismas, aquella providencia del expresidente Virgilio Barco sobre sus postes del alumbrado público… y una muy antigua, otra de un padre de la Nación, Rafael Wenceslao Núñez Moledo, y el paseo ciudadano (que a Francisco de Paula Santander ya le cosquilleaba…).
*Fotografías cortesía del Ministerio de Cultura